Esta historia sucede en un pueblecito de la sierra norte de Huelva. El pueblecito se llamaba Rodapiés. Era un pueblo de 500 habitantes, al cual la crisis había pegado fuerte.

La mayoría de las familias tenían un familiar en paro. Los niños de este pueblo estaban muy concienciados con la situación que allí pasaba. En particular un grupo de niños y niñas e Primero de la ESO. Ese grupo se llamaba “los del hierro”. Se llamaba así porque todos tenían braquets para corregir sus dientes. En el pueblo había un dentista muy bueno y solidario que ponía los braquets a todos los que lo necesibtan para poner derechos sus dientes.

Este dentista ayudaba a todos, no cobrando su trabajo y sólo cobraba por los hierros. De esta forma empezaba una cadena solidaria. Este dentista era además el alcalde de Rodapiés, era muy querido por su pueblo, por los favores que hacía. Cada vez que ponía unos hierros a un niño o a una niña les decía que tenía que seguir la cadena de favores.

Al niño o a la niña que le ponía braquets tenía que seguir la cadena y hacer por lo menos cinco favores y de esa manera pagaba el precio del trabajo del dentista.

Des esa manera empezó el grupo que se llamaba “Los del hierro”. Estos niños y niñas ayudaban en todo lo que se le pedía ayuda. Tenía un lugar de encuentro, era el garaje de Iván. Iván fue el primero en poner los hierros o braquets y formó este grupo para hacer el trabajo entre todos.

Eran conocidos por todo el pueblo y siempre llegaban cuatro o cinco cartas al garaje pidiendo ayuda…

Ayudaron a Francisco, un ganadero del pueblo, cuando se cayó por las escaleras y se partió una pierna. Lo ayudaron a sacar las ovejas a comer a la pradera y a ordeñarlas para hacer queso.

Ayudaron a María, una anciana de 80 años cuando la operaron de la vista. Le hicieron la compra en el supermercado. También ayudaron a Fernando, el cartero de Rodapiés, cuando cogió la gripe y repartieron las cartas en el pueblo.

Iván  todos los que formaban el grupo “Los del hierro” hacía favores después de venir del instituto y acabar los deberes, en vez de irse al parque o a jugar al fútbol. Lo tenían todo muy bien organizado, leían las cartas que les mandaban donde explicaban lo que necesitaban. De esa forma podían organizarse para ayudar a todo. Luego realizaban un horario en el que se distribuían los trabajos entre todos los que formaban el grupo.  También se organizaban según la tarea a realizar, cada uno cogía aquello que mejor sabía hacer. Y cuando no sabía hacer algo siempre buscaban la ayuda de algún vecino que ya hubiesen ayudado para que los ayudara con aquello que no sabían hacer. Se organizaban según la tarea y el tiempo para realizarla.

Tenían una gran lista de personas que necesitaban y otra más larga de personas que ya habían  hecho algún favor, de la cual podían pedir ayuda ellos también.

Un día el dentista Martín, alcalde de Rodapiés, los llamó al ayuntamiento. Ellos con mucha prisa y sin pensárselo dos veces fueron a ver qué tenía que decirles. Martín los invitó a Cola Cao y galletas, mientras las explicaban que había tenido una idea muy buena. Se acercaba el día 24 de diciembre y en el pueblo de Rodapiés había mucho paro, por lo que muchas familias no tenían dinero para comparar comida y celebrar ese día. Les pidió si podía ayudarlo a  dar de comer ese día a todos los del pueblo que lo necesitasen. “Los del hierro” no dudaron en decir que sí y Martín dijo que iban a comprar comida y que en el gimnasio del pueblo pondrían mesas  y que ellos harían de camareros.

En esos días que a todos nos gusta estar con la familia, ellos de manera muy agradecida dijeron que sí a realizar un trabajo para los vecinos que en estas fechas necesitan más que los demás, para que no se sientan tristes y que vean que no están solos en la malas temporadas. Este trabajo les ocuparía más tiempo que los demás favores pero estaban dispuestos a hacerlo con mucho agrado y agradecimiento.

Todas las tardes quedaban para hacer las invitaciones y preparar el gimnasio y la comida. El 23 de diciembre a Iván, el niño que creó el grupo “Los del hierro” , le quitaban los braquets. Estaba muy contento y a la vez muy triste porque pensaba que al no tener los braquets ya no le dejarían estar en el grupo. No fue así. Iván seguiría en el grupo como primer miembro que lo creó. Todos sus compañeros lo animaron ya que a todos tarde o temprano le sucedería igual.

El día 24 de diciembre llegó y el pueblo estaba muy contento por la fiesta que Martín, el alcalde dentista solidario, creó junto a “Los del hierro”. Todas las familias se olvidaron del paro por una noche y comieron, cantaron, rieron y dieron las gracias a “Los del hierro”, muy conocidos ya en el pueblo de Rodapiés. El dentista alcalde de Rodapiés, Martín, estaba muy contento con la labor que allí se estaba haciendo y como todos los invitados empezaron desde aquel momento a hacer favores, por lo que se comenzaban nuevas cadenas solidarias. Cualquier persona puede necesitar un favor por pequeño que podamos pensar y podemos hacerlo.

Ellos explicaron a todos los asistentes a la cena de Navidad que todo era por una cadena solidaria creada por el dentista Martín y que cada uno tendrían que hacer cinco favores. Al final, cada uno hizo más de cinco favores y así a los que ayudaban también tendría que hacer otros cinco.

Esta cadena solidaria seguida por “Los del hierro” fue muy conocida por mucha gente, gracias a internet y además salió en la televisión.

Desde entonces en Rodapiés, todas las personas hacían muchos favores y ayudaban a quienes lo necesitaban. Al pueblo, el alcalde dentista Martín y el grupo “Los del hierro” le dieron un premio solidario por lo que estaban haciendo. Otros pueblos siguieron con la cadena solidaria “Los del hierro”.

En la actualidad, los miembros del grupo “Los del hierro”, ya no tienen braquets, pero siguen ayudando a los que les pidan ayuda y aconsejan a los nuevos miembros con braquets del grupo “Los del hierro”.

TITULAR  Los del hierro

AUTOR  Daniel Martín Sánchez

COLEGIO CEIP Maestro Rojas (Nerva)

CURSO 3º Primaria

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